Ambos en sus discursos de agradecimiento hicieron hincapié en la enorme responsabilidad que implica, para la sociedad en general y sobre todo para los representes del pueblo, sostener y fomentar los valores de la vida en democracia.
La Presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Clara García, participó del homenaje. 41 años después de ese 1983 histórico, advierte sobre errores que tuvo la dirigencia política durante este largo período, reivindica el rol de las mujeres y disidencias, y pone en valor la generación de consensos en torno a la tarea legislativa de este año.
- Hoy tenemos a un Presidente que dice que la democracia no es el mejor sistema. ¿Qué se hizo mal para que suceda esto?
- "Las cosas que se hicieron mal son las que la gente señaló, y son las que quebraron esta relación de confianza entre la política y la ciudadanía, que no tuvo la continuidad de otras épocas. La gente ante la mala política decidió elegir la antipolítica. Quienes militamos hace mucho tiempo con una vocación transformadora, con valores éticos, con ideales, queremos decirles que elijan la buena política. Lamento mucho la falta de vocación de quien ejerce la Presidencia de la Nación de valorar el diálogo político, la falta de valor que le da a los acuerdos, a la gente que piensa diferente, porque creo que los países que avanzaron lo hicieron en el respeto democrático. Cuándo desde el Gobierno nacional se impulsa individualismo, con expresiones que rayan en la grosería, se crea un clima que no contribuye, de esa tranquilidad en la disidencia que una democracia debe tener".
- Varias generaciones se encuentran con una normal vida en democracia. ¿Cómo se cuida esa conquista?
- "Desde la política, dando un gran ejemplo de vida. Yo milito desde hace casi 40 años y me tocó hacerlo escuchando y acompañando en primera persona a Guillermo Estévez Boero, a Hermes Binner y a Miguel Lifschitz, por nombrar a quienes no nos acompañan ya, pero hay otros que aún hoy batallan por el bien de la democracia. De ellos tomé el ejemplo de que tu vida privada tiene que hacer honor a tu vida pública, es decir, lo que decís en el atril sea lo mismo que haces en tu vida personal. La corrupción es de las peores situaciones que chocan contra la democracia, porque la gente cree que quienes llegan a la política lo hacen en beneficio propio y no para el beneficio público. La segunda cuestión para cuidarla es prepararse bien, la gente sintió que accedía a cargos públicos gente mal preparada, que venía sin las habilidades y el grado de trabajo que requiere un cargo. Cuándo la democracia es ineficiente genera pobreza, además hace que la educación sea mala, no promueve el empleo, las rutas son obsoletas. La gente descree. Y lo tercero es hablar mucho con la gente, no tenerle miedo a la opinión directa de los ciudadanos y las ciudadanas. Cuándo la política se aleja de escuchar a la gente, se pierde conexión y allí la que pierde es la democracia".
- Respecto al homenaje a Cáceres y Reviglio. ¿Por qué en el país no nos imaginamos que eso pase?
- "Santa Fe es un gran ejemplo de respeto y de institucionalidad, porque tuvo dirigentes que se propusieron esa mirada de acuerdos. Yo conocí a Reviglio cuándo Miguel lo invitó a su asunción cómo gobernador, e invitó también a todos los otros gobernadores que estaban vivos. Esa institucionalidad también la vemos en la Cámara de Diputados, en un año de trabajo el 75 por ciento de las leyes se votaron por unanimidad, eso quiere decir que importa la opinión del otro. Había nueve proyectos de ley de necesidad de la reforma constitucional vigentes y nos tomamos el tiempo de que el proyecto contuviera la mayor cantidad de aspectos que expusieron los diputados. Siempre apuntamos a eso".
- Usted es la primera presidenta mujer de la Cámara y ocupa el lugar que ocuparon referentes políticos conocidos por ser gestores de consensos. ¿Cómo maneja esas responsabilidades?
- "Sobre lo primero, un enorme orgullo. Que yo ocupe esta banca es mérito de las batallas muchas veces silenciosas, y otras contundentes en las calles, de tantas mujeres que han luchado por los derechos desde hace décadas. Me genera el desafío de seguir abriendo puertas para las generaciones de mujeres que vienen, para que participen y también lideren. Sobre lo otro, tengo mi máxima emoción en que sea Miguel Lifschitz quien había ocupado este cargo. Me han visto emocionarme también con Pablo Farías, que es quien ocupó el lugar de Miguel, también de Antonio Bonfatti, que en la sesión pasada dio un discurso reivindicando a aquellos gobernadores que quisieron reformar la Constitución y la realidad política no se los permitió. Estoy cruzada por sentimientos de emoción muy grandes, de gratitud y de responsabilidad".
- Santa Fe, a diferencia del mundo, tiene páridad de género en sus bancas. ¿Qué opina al respecto? ¿Cuánto costó esa lucha?
- "Llegamos a la paridad porque la ley lo exige. Sin embargo, la composición anterior de la Cámara ya era prácticamente paritaria. Tenemos una conciencia muy grande, el socialismo y todas las otras expresiones políticas. De hecho, nosotros tenemos en Mónica Fein a la primera mujer presidenta del Partido Socialista y la primera mujer intendenta de la Ciudad de Rosario. Hoy los cuatro parlamentos más importantes de la provincia están presididos por mujeres: el Senado con la vicegobernadora, en mi caso en la Cámara de Diputados y Diputadas, y los concejos de Rosario y de Santa Fe. La lucha costó décadas, dolores, frustraciones, dolencias, pero vale la pena. Son debates que nunca hay que dar por ganados, nuestro país corre riesgos a veces en cosas simbólicas como cuándo no se habla en femenino o se bajan cuadros. Todo eso puede ser 'menor' pero puede dar pie a retroceder en derechos ganados".
- Respecto a las reformas más trascendentes que sancionó esta Cámara. ¿Por qué no se logró consenso en la reforma previsional?
- "Yo tenía una gran convicción de lo que estábamos votando, que se originaba por una decisión del Presidente de quitarle ilegalmente a Santa Fe el aporte que por ley nos corresponde al no traspasar la Caja de Jubilaciones a la Nación, como con otra infinidad de recursos que dejaron de venir a la provincia. Tenía claro que había que modificar algunas normas que no permitían la sustentabilidad de la Caja en la órbita pública, y preservar eso para nosotros era lo importante. Por supuesto que a todos nos duele que haya quienes tengan que hacer un aporte mayor, que existan topes, pero cuándo uno compara con otras remuneraciones de otros sectores, se advierte que las provinciales tienen un diferencial -bien ganado- pero que en el marco de la economía nacional era muy difícil de sostener. Fue una sesión difícil, donde hubo gente que apostó a la violencia física, a romper las dos puertas históricas de el Palacio Legislativo, pero lo que es peor, a través de las bombas que estallaron poner en peligro la vida e integridad de periodistas, de empleados y de legisladores. Tuvimos una gran convicción sobre que estaba bien que la gente se manifestara, por eso decidimos que no hubiera vallas que contuvieran, porque creemos en la manifestación de la gente aún cuándo estuvieran en contra de lo que estabamos votando. En lo personal tuve la convicción de llamar a votación cuándo vi que la situación podía ser peligrosa para la integridad de todos".
- La mayoría de leyes votadas este año se aprobó por consenso, incluida la Ley de Necesidad de Reforma Constitucional. ¿Qué reflexión hace sobre eso?
- "Es un puente al futuro porque nos permite repensar cuestiones muy importantes de la vida. Cuándo uno piensa una política sin privilegios, una justicia transparente, un desarrollo de gobiernos locales autónomos, en el fortalecimiento de derechos, en la neutralidad religiosa, uno piensa también en que vamos a tener una provincia con nuevas herramientas, con mayor participación popular. Nos sentimos halagados de estar en el momento justo de la historia en el que esto va a ocurrir, y vamos a ser protagonistas muy responsables de ello".
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